sábado, 15 de febrero de 2014

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Cuando crees que todo ha acabado, que se ha ido y no va a volver. Te vuelve a la cabeza, te vuelven esas dudas que estaban desde hace un tiempo. Sin que te des cuenta. Llega un día en el que estás frente a frente con esa persona e intentas que no te salga la sonrisa tonta, cosa imposible, porque no puedes dejar de mirarle. Basta, se acabó.